Ternura, eso es lo que surge en mí, al tomar en mis manos, los primeros zapatitos de hilo blanco de mi hijo, tibieza que encuentro al tocarlos y mientras palpo cada uno de ellos, mi corazón vuelve a vivir ese instante sagrado en que fui madre por primera vez.
Los últimos días de embarazo, ese ser que estaba dentro de mí y que pujaba por nacer a la vida, inquieto quería ver el rostro de mamá, yo anhelante encontraba interminables los días próximos al parto. [...]
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